México, 8 Oct (redacción).- México se ubicó en el lugar número 48 del Informe de Competitividad Global 2019, lo que implicó un descenso de dos posiciones en relación con el reporte previo, al alcanzar un puntaje de 64.9 puntos sobre 100.
De acuerdo con el Informe, del Foro Económico Mundial, Chile es el país latinoamericano mejor ubicado en el listado, que incluye 141 naciones, al colocarse en el sitio 33 con 70.5 unidades.
Con un puntaje de 84.8 unidades, Singapur ocupa el número uno y es el país más cercano a la frontera de la competitividad, seguido de Estados Unidos y Hong Kong.
Otras economías del Grupo de los 20 (G20) en el top 10 incluyen Japón (seis), Alemania (siete) y Reino Unido (nueve), mientras que Argentina (83, dos lugares abajo) es el país con la clasificación más baja entre los países del G20.
Según el reporte de Competitividad Global 2019, que ofrece un panorama en la materia de 141 economías a través de 103 indicadores organizados en 12 temas, Asia-Pacífico es la región más competitiva del mundo, seguida de cerca por Europa y América del Norte.
El reporte refiere que cada indicador, que usa una escala de cero a 100, muestra qué tan cerca está una economía del estado ideal o “frontera” de competitividad, y los pilares, que cubren amplios elementos socioeconómicos, son instituciones, infraestructura, adopción de TIC, estabilidad macroeconómica, salud, habilidades, mercado de productos, mercado laboral, sistema financiero, tamaño del mercado, dinamismo empresarial y capacidad de innovación.
El estudio revela un promedio en las 141 economías cubiertas de 61 puntos, es decir, casi 40 unidades por debajo de la puntuación máxima, lo que significa una brecha de competitividad global “que es particularmente preocupante, dado que la economía mundial enfrenta la perspectiva de una recesión”.
Las debilidades persistentes en los impulsores del crecimiento de la productividad se encuentran entre los principales culpables, y en caso de las economías avanzadas, emergentes y en desarrollo, el crecimiento de la productividad comenzó a disminuir en el año 2000 y se desaceleró aún más después de la crisis global.
Entre 2011 y 2016, el “crecimiento total de la productividad de los factores”, o el crecimiento combinado de insumos, como recursos y mano de obra, y productos, creció 0.3 por ciento en las economías avanzadas y un 1.3 por ciento en las economías emergentes y en desarrollo, sostuvo el reporte.