México, 15 Nov (redacción).- La construcción del Tren Maya finalizará a más tardar en tres o cuatro años y dependerá “de lo que la gente decida sobre este asunto”, luego de la convocatoria que se anunció este viernes y que fue firmada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en idioma castellano y maya.
Este proyecto generará un desarrollo integral del sureste de México, región que, afirmó el presidente, se quedó rezagada en el periodo neoliberal y decreció en los últimos 36 años, cuando cuenta con mucho potencial y recursos.
El tren tendrá una extensión de mil 460 kilómetros, con 18 estaciones que prestarán servicios de transporte de pasajeros locales, turismo y carga, y alcanzará velocidades máximas de 160 kilómetros por hora para los pasajeros y de 120 kilómetros por hora para transporte de carga.
Durante su conferencia de prensa matutina, en la que estuvieron presentes los titulares del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, y del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino, el presidente dijo que el Tren Maya es una oportunidad para saldar la deuda histórica con la región y priorizar el bienestar de la población, con la generación de empleos y riqueza.
Se informó que la obra tendrá uso de derechos de vía existentes, como líneas férreas, líneas de transmisión eléctrica y carreteras, y beneficiará a una población de 12 millones de habitantes en los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, y a 17 de millones de turistas al año.
Para el ordenamiento territorial, se llevarán a cabo los procesos de planeación con participación ciudadana, se privilegiará el respeto al medio ambiente y la inclusión social.
Además de que se promoverá un modelo de desarrollo territorial equilibrado y sostenible para conectar a las comunidades, se garantizará el derecho al espacio público y a la movilidad y se generarán oportunidades equitativas para las comunidades.
En el tema de medio ambiente, se aplicarán programas como Sembrando Vida, se protegerá la fauna y los corredores biológicos, se protegerán los recursos hídricos y acuíferos, en particular cenotes y ríos subterráneos, además de que se respetarán las reservas ambientales y se implementarán sistemas de alerta sobre la vía para la protección de la fauna.
En lo que se refiere al desarrollo económico, se integrará a las comunidades a cadenas productivas y se generará valor agregado a sus productos, se incorporará a pequeños productores del campo a nuevos mercados.
Asimismo, se reducirán los costos de transportación, se aumentará la conectividad digital, se facilitará el acceso a los mercados laborales y se generarán nuevas oportunidades económicas.
El proyecto se compromete también a respetar y promover las tradiciones y expresiones que identifican a los pueblos originarios, facilitar el acceso a múltiples zonas arqueológicas y poblaciones de valor turístico, impulsar la creación de rutas gastronómicas y artesanales, promover prácticas sustentables y formas alternativas de turismo y redistribuir los flujos turísticos por toda la región.