San Diego (CA), 12 ago (EFE).- “El Jefe”, un ejemplar de jaguar prácticamente extinto en EE.UU. y motivo de regocijo cada vez que es captado por cámaras en la región fronteriza con México, es ahora el símbolo de una campaña ambiental contra planes de cerrar tramos fronterizos que aún están sin barreras.
Bautizado por los niños de una escuela como “El Jefe, este ejemplar, que se distingue por una roseta en forma de corazón y otra de signo de interrogación, fue visto por última vez en noviembre de 2021, pero los especialistas confirmaron el hecho este mes.
“El jaguar y los migrantes y nosotros sabemos que el muro no va a detener el flujo migratorio, sino que ha tenido un costoso impacto en el ambiente y especialmente para las especies que buscan refugio ante el sobrecalentamiento terrestre”, dijo a Efe Juan Carlos Bravo, portavoz de una coalición de ocho grupos ambientalistas de ambos países.
Explicó que la llamada Iniciativa de Vínculos de las Tierras Fronterizas se apoya ahora en la supervivencia de “El Jefe” y su migración por ambos países para impulsar una campaña contra el muro fronterizo.
Bravo, de la organización Wildlands Network, dijo que los residentes han estado sorprendidos que esta especie que comúnmente se asocia con climas tropicales y selvas latinoamericanas cruzara la frontera tan al norte de México hacia Estados Unidos a través de territorio árido.
El ejemplar deambulaba en noviembre pasado por el noroeste mexicano, lo que significa que pudo superar el muro fronterizo construido durante el gobierno de Donald Trump (2017-2021).
Una foto de monitoreo de la organización Profauna de México mostró que se desplazaba en Sonora seis años después de la última vez que había sido visto en Arizona (EE.UU.) y por lo menos 120 millas (192 kilómetros) al sur de donde fue avistado por primera vez en 2011 en una zona serrana cerca de Tucson.
Cuando cruzó a EE.UU. cámaras de monitoreo de fauna de la Universidad de Arizona le tomaron fotos y muchos residentes en ese estado se quedaron maravillados al ver al majestuoso felino, y los niños de una escuela lo bautizaron en español como “El Jefe”.
Bravo dijo que en realidad “El Jefe” no ha sido el único jaguar que cruza la frontera pese al muro fronterizo.
Otros dos ejemplares habían estado entre ambos países, pero de uno se encontró su piel y los activistas reconocieron al otro en una fotografía en que un cazador lo mostró como su presa en México.
“EL JEFE” SE LAS ARREGLA PARA CRUZAR
Pero al utilizar una ruta particular “El Jefe” podría volver al norte o incluso convertirse en un guía natural de jaguares que se han reproducido en Sonora, y quizás salvar la especie tras su extinción en el suroeste estadounidense desde hace unos 50 años.
El jaguar (Panthera onca) se enseñoreó de amplias porciones de los estados de Arizona, Nuevo México y Texas hasta fines del siglo XIX.
Pero rancheros y agricultores que colonizaron el oeste de Estados Unidos cazaron al felino más grande de América (y tercero del mundo después del tigre y el león) hasta su virtual extinción.
Apenas unos pocos han sido vistos de cuando en cuando, el último de ellos “El Jefe”.
“No tenemos manera de saber si ‘El Jefe’ va a regresar a territorio estadounidense, pero averiguarlo es parte de la misión de monitoreo de las ocho organizaciones”, dijo Bravo.
La Administración del actual presidente, Joe Biden, heredó planes aprobados desde 2018 para terminar tramos de muro en la frontera. Hasta ahora las obras de sólo un tramo en San Diego fueron temporalmente suspendidas por presión de residentes de ambos lados de la frontera.
Los defensores de la fauna temen que si la administración Biden concluye el muro, “El Jefe” no podrá vivir en su hábitat entre ambos países.
El muro de 30 pies (9 metros) de altura, hecho con pilares de hierro, que ordenó Trump “ha sido uno de los mayores impactos en el continente para las especie silvestres, porque no sólo afecta el ciclo de vida de muchas especies, sino su evolución a lo largo de generaciones”, explicó Bravo.
Señaló que “ahora, conforme el planeta se va calentando, las especies tienden a buscar conservar su evolución al ir a lugares más frescos, así que si hay un obstáculo que, como el muro, no les permite continuar hacia el norte, corren mayor riesgo de extinción”.
De acuerdo con la coalición, “es importante que la gente comprenda que el muro fronterizo no cumple una función de detener o revertir los problemas sociales, como la migración, y lo único que hace es impactar el paisaje y a las especies silvestres”.
Otras especies han sucumbido al impacto del muro, entre ellas el oso negro.
La coalición, explicó Bravo, recauda actualmente donativos para mantener más de un centenar de cámaras de monitoreo para todas las especies en la región binacional.
Carmina Gutiérrez González, coordinadora de investigación del Proyecto Northern Jaguar, dijo a Efe que cuando comparó fotos anteriores y la más reciente, “nuestro software mostró una coincidencia del cien por ciento con “El Jefe”, pero estaba escéptica”.
Sin embargo, después la revisión visual detallada determinó que “no hay duda de que este es el mismo animal fotografiado en Arizona que muchos temían que podría haber muerto cuando dejó de aparecer en las cámaras de rastreo hace casi siete años”.