Ciudad Juárez (México), 3 dic (EFE).- El programa «Quédate en México» cumple un año de haberse implementado con la Administración de Joe Biden, y aunque ya terminó, la crisis migratoria continúa en la frontera norte del país latinoamericano.
En diciembre de 2021, el gobierno de Biden dijo que se veía obligado a reinstaurar los Protocolos de Protección al Migrante (MPP, en inglés) o «Quédate en México» debido a una orden judicial federal, pero que lo haría con «mejoras».
Entre ellas, la promesa de resolver la mayoría de los casos de asilo en un plazo de seis meses, garantizar que las personas solicitantes de asilo tengan acceso a un abogado y asegurar que no se inscriban en el programa «personas especialmente vulnerables», pero estos puntos no se han cumplido.
Debido a ello, migrantes de diferentes nacionalidades siguen llegando a la frontera norte de México en busca de arreglar su situación y cruzar a Estados Unidos, y también están aquellos que han sido deportados, en su intento de cumplir el sueño americano.
SE VIOLAN DERECHOS DE MIGRANTES
El director ejecutivo y fundador de la Red de Derechos Humanos en la Frontera, Fernando García, dijo a EFE que aunque ya no está el programa Quédate en México «hay leyes como el título 42, que no permiten que los migrantes puedan pedir asilo político y con este programa y el MPP, se violan los derechos de los migrantes para garantizarles un proceso legal».
Añadió que hay un país dividido, un congreso dividido y que es importante que se recuerde que Estados Unidos es un país de migrantes y se debe proteger a cualquier persona que pide asilo.
En ese sentido, el director del albergue «El Buen Samaritano», Juan Fierro, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, señaló que «la situación migratoria se mantiene.
«Solamente hubo un receso por la pandemia y en estas fechas siempre hay un incremento en el flujo de migrantes en esta ciudad. La última vez que se aplicó el programa MPP, fue diferente, porque en la mayoría de los casos ya no separaban a familias, más bien quienes esperaban aquí eran hombres que estaban solos», explicó
Uno de los migrantes de este refugio José Alejandro García, originario del mexicano estado de Guanajuato, contó a EFE que mantiene «la esperanza de cruzar a Estados Unidos, aunque estoy de este lado en México».
Contó que dejó su lugar de origen por la violencia que se vive y espera que se arregle su situación migratoria.
Otro caso es el de Irma Mondragón, procedente del estado mexicano de Michoacán (oeste) quien confía en obtener asilo en Estados Unidos.
«Tenemos la esperanza de que nos den asilo allá, por el peligro que hay donde vivimos. En mi caso vengo por la violencia, a veces tiene uno planes en su pueblo, pero se acaban en un segundo por la violencia. Es difícil separarse de donde uno nació, pero tenemos la esperanza de poner a salvo a la juventud de la violencia», contó.
TRUMP Y BIDEN
El programa, instaurado por Donald Trump y reactivado por Biden tras una orden de la Suprema Corte de EE.UU., obligaba a solicitantes de asilo de Estados Unidos a esperar su proceso en territorio mexicano.
Pero a partir del pasado 8 de agosto, el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense informó de que a partir de esa fecha comenzaría el fin de la implementación de dicho programa.
El Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés) denunció en julio del 2022, que el Protocolo de Protección a Migrantes de Estados Unidos (MPP, por sus siglas en inglés), conocido como «Quédate en México», había impactado a más de 75.000 migrantes en la frontera mexicana.