San Juan del Río, 7 diciembre 2022.- Uno de los tatuadores más influyentes del mundo, Andrés Acosta, nos relató sus experiencias y retos a los que se ha enfrentado a lo largo de su vida profesional como artista.
Sobre todo en el contexto de Austin Texas, Estados Unidos de América (USA), lugar donde radica.
Andrés es uno de los tatuadores pioneros en el estilo de tatuaje surrealista, en los diseños que plasma se combinan aspectos reales con la tridimensionalidad, creando un efecto único en la piel.
“Siempre estuve expuesto a reconocidos tatuadores, como Jee Sayalero; Nick Baxter; otras influencias que cambiaron el curso de mi carrera fueron Nikko Hurtado; Mike Devries; Rich Pineda; Guy Aitchison y Bob Tyrrel mostrándome un estilo de tatuaje que no sabía que existía, y en ese momento sentí que el realismo y el surrealismo eran en lo que quería invertir toda mi energía y enfoque”, relató.
Explicó que sin duda se enfrentó diversos retos, el primero de ellos fue cuando inició su carrera fue aprender a tatuar, ya que no existía información disponible sobre las técnicas y bases del tatuaje, “(…) lo único que pude hacer era observar cómo trabajaban los buenos tatuadores de Estados Unidos, luego mi autoaprendizaje fue repetir y probar”.
Fue hasta después de 13 años de experiencia que Acosta comenzó a brindar sus conocimientos sobre el tatuaje a nuevas generaciones interesadas en su trabajo, como una forma de ayudar a demás personas en su proceso de iniciación al mundo del arte en piel.
Para él, cada tatuaje representa una experiencia, sin embargo, también se han suscitado solicitudes peculiares para la creación de tatuajes “siento que he creado muchos tatuajes extraños, me gusta lo diferente y surreal; pero he tenido unos clientes con ideas interesantes, por ejemplo, en una ocasión me pidieron realizar un feto de unicornio dentro de una gelatina (jell-o) de arcoíris”.
Por otra parte, reconoció que en las sociedades actuales cada vez es más común ver que las mujeres acuden a tatuarse, por lo que en sus clientes existe un balance al atender al género masculino y femenino, sobre todo en el rango de edad de 25 a 45 años.
“toda mi vida fui artista, desde pequeño siempre fue mi sueño, pero nunca pensé que era el tatuaje; intente otras carreras, termine trabajando como vendedor, ya que mi situación en mi país me obligaba a trabajar en lo que podía”. “Cuando me mudé a USA a los 25 años, desde que llegué hasta el día de hoy, mi misión ha sido ser el mejor artista, aprendiendo y traspasando lo que pensaba que era imposible”, concluyó.