Ciudad de México, 26 jul (EFE).- El Gobierno mexicano invertirá hasta 20.000 millones de dólares en el Tren Maya en el sureste del país, el triple de lo calculado originalmente, según reveló hoy el propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
En su conferencia matutina, López Obrador mencionó que la inversión proyectada para esta obra emblemática de su gestión será de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares, cuando en 2018, como presidente electo, proyectó su costo en 120.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de dólares).
“(Estamos invirtiendo) en el Tren Maya 15-20.000 millones de dólares. Nunca se había invertido tanto (en infraestructura)”, comentó desde el Palacio Nacional al enunciar varios proyectos de inversión pública.
Este incremento representa un aumento de 156 % con respecto al costo proyectado en el análisis oficial de costo-beneficio del Gobierno de México, cuando calculó que la inversión necesaria sería de 156.000 millones de pesos (unos 7.800 millones de dólares).
“El monto total de inversión (para el Tren Maya) asciende a 134.600 millones de pesos (6.730 millones de dólares) más el IVA correspondiente de 21.400 millones de pesos (1.070 millones de dólares), lo que equivale a 156.000 millones de pesos (7.800 millones de dólares)”, se lee en el documento oficial.
La primera cifra que estimó el presidente López Obrador fue de 120.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de dólares), en 2018, cuando se encontraba en periodo de transición antes de tomar posesión.
Anteriormente, el exdirector del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, primer encargado la obra, detalló en una reunión con legisladores federales que el costo se incrementó de 140.000 millones a 200.000 millones de pesos (de 7.000 millones a 10.000 millones de dólares).
Jiménez, quien fue relevado en enero pasado por Javier May, detalló en octubre de 2021 en su comparecencia en el Congreso que el aumento en los costos se debía principalmente al cambio del diseño del tren, que pasaría de solo ser impulsado por diésel a ser híbrido con la mitad de su operación eléctrica.