Madrid, 28 Sep (redacción).- El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue espiado por Undercover Global S. L., empresa de seguridad española, por petición de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, durante los siete años en los que permaneció en la embajada de Ecuador en Londres.
La compañía, encargada de garantizar la seguridad de la embajada ecuatoriana, entregó “supuestamente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) varios audios y videos de las reuniones de Assange en la embajada con sus abogados y colaboradores, según testimonios y documentos recabados por el diario español El País.
La vigilancia a Assange se producía durante “las 24 horas del día” a través de varias cámaras y micrófonos que monitorearon su actividad, al menos, entre diciembre de 2017 y marzo de 2018.
Según el rotativo, Undercover Global instaló micrófonos en los extintores de la legación diplomática y en los baños de mujeres, donde los abogados de Assange se reunían por temor a ser espiados, incluso la empresa también habría instalado un sistema para que Estados Unidos pudiera seguir en directo todas las grabaciones.
De esta manera, Estados Unidos fue informado en diciembre de 2017 de una reunión que mantuvo el australiano con el jefe de los servicios secretos ecuatorianos para organizar su traslado a otro país utilizando un pasaporte diplomático.
Ante esta situación, el dueño de Undercover Global S. L, David Morales, está siendo investigado por estos hechos en un juzgado de la Audiencia Nacional, bajo la orden del magistrado José de la Mata.
El propio Assange presentó a finales de abril pasado una denuncia contra Morales y su empresa por “delitos contra la intimidad y contra el secreto de las comunicaciones abogado-cliente, cohecho y blanqueo de capitales”.
Assange se había refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres desde junio de 2012 hasta el pasado 11 de abril, cuando las autoridades de Ecuador decidieron retirar su asilo diplomático debido a las violaciones de convenciones internacionales y protocolo de convivencia.
Una vez expulsado, Assange fue arrestado por la policía británica y ahora permanece ingresado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en espera de su posible extradición a Estados Unidos.