México, 20 Sep (redacción).- Debido a que México es susceptible al impacto de fuertes sismos, la población debe prepararse con tiempo para cuando se registre un movimiento telúrico, desde elegir dónde vivir, cómo actuar a bordo de cualquier transporte y qué hacer si los hijos están en la escuela, por ejemplo.
En el marco de este septiembre, denominado “mes de los sismos” para impulsar una cultura de prevención, una firma aseguradora de origen sueco emitió una serie de recomendaciones a tomar en cuenta para reducir riesgos en lo posible.
Entre las diferentes sugerencias, señala que antes de decidirse por un nuevo hogar, la primera pregunta que se debe hacer es si la edificación se encuentra en una zona de riesgo ante fenómenos naturales, lo que ayudará a armar un plan de emergencia familiar.
Esta información es posible obtenerla gracias a las investigaciones del Centro Nacional de Prevención de Desastres, el Servicio Sismológico Nacional, el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra y el mapa en tiempo real sobre fenómenos naturales que ofrece el Atlas Nacional de Riesgos.
También es necesario e importante que el ciudadano sepa cómo reaccionar si se registra un sismo cuando conduce un automotor, en cuyo caso debe evitar frenar de forma repentina, usar las luces intermitentes y buscar de inmediato un lugar donde pueda detenerse, apagar la marcha y encender la radio para mantenerse informado.
Se recomienda no salir del automóvil, ya que los vehículos están diseñados para resistir un impacto 35 veces más fuerte que el cuerpo y una vez terminado el movimiento es posible retomar el camino, aunque es mejor evitar puentes, desniveles y túneles.
Si alguien se encuentra en el interior del Metro, en el andén, la recomendación es replegarse a la pared y no rebasar la línea de seguridad, mientras que dentro del vagón se debe evitar forzar las puertas o intentar salir mientras el sismo transcurre.
A mitad de un viaje se recomienda conservar la calma y mantenerse en el lugar sin intentar escapar del vagón, ya que las vías resultan peligrosas.
También se debe preparar a los hijos por si estos están en la escuela en el momento de un sismo, explicándoles lo que son los temblores para que entiendan su naturaleza y reduzcan el estrés cuando suceda uno.
Los hijos deben entender también lo que son las zonas de seguridad y cómo identificarlas en la escuela, el hogar y lugares públicos, además de recordarles que durante un sismo deben evitar acercarse a ventanas, cuadros, lámparas o cualquier objeto que pueda caer.
Habrá que impulsar a los hijos a participar en simulacros y actividades escolares referentes a ello y debe estar acordado un punto de encuentro familiar al terminar el sismo, además enseñarles las instancias a las que pueden recurrir en caso de perderse.