Gutiérrez, Chiapas, México, diciembre (SEMlac).- Más de dos años han pasado desde que a Micaela Giacobone Schwartz, su ex esposo Elmar Setzer Pedrero le arrebatara a sus tres hijos con engaños. Desde entonces, los ha buscado en casas de San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y la Ciudad de México, sin resultados.
«Vengo a ver al arquitecto Setzer; soy la mamá de los niños», dijo Micaela al vigilante en una de las casas de la familia en Chiapas, donde cree se encuentran sus hijos menores.
La respuesta del vigilante fue contradictoria: «Ahorita no se encuentran; no hay nadie; yo agarré el turno apenas y no hay nadie. No tengo instrucciones de dejarla pasar», respondió.
A través de su cuenta de Instagram, Micaela, víctima de violencia vicaria, narró que luego de varias horas de esperar fuera del domicilio, localizado en unas de las montañas de Los Altos de Chiapas, recibió un mensaje de WhatsApp del padre de sus hijos que le decía que, al día siguiente, miércoles, podría comer con los niños y llevarlos a sus clases.
Ese día, la también abogada volvió a presentarse en la casa propiedad de su ex esposo para comer con sus hijos como le habían prometido; pero nunca le abrieron la puerta.
A las seis de la tarde Giacobone Schwartz grabó otra historia donde señala: «Aquí andamos esperando, el señor dijo que iba a poder comer con mis hijos; pero ya son casi las seis de la tarde, y no ha cumplido, así es siempre. Esta es la cara de la Violencia Vicaria de nuevo».
Micaela, junto con Mayte López García, Eileen Rodríguez y otras mujeres se reunieron el jueves 8 de diciembre en el foro Violencia Vicaria, su tipificación como delito. Ellas llevan años en procesos judiciales muy dolorosos de recuperación, donde han luchado por sanar las secuelas de la violencia vicaria que han sufrido al ser separadas de sus hijos.
Las tres mujeres se volvieron activistas y son la voz de más de 600 madres que integran el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, que impulsa en las entidades el reconocimiento de este tipo de violencia de género, pues se trata de violaciones a los derechos humanos de niñas, niños y mujeres que han ido en aumento, ante los ojos cómplices del sistema judicial mexicano.
El foro fue organizado por la regidora Adriana Guillén Hernández y Gely Pacheco, secretaria para la Igualdad de las Mujeres del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez.