Esta semana, el escenario que rodeó al proyecto de aperturar una gasolinera en la Colonia El Porvenir, en la capital queretana, deja muchas inquietudes en torno al actuar de las autoridades para mediar problemáticas en las que ciudadanos se inconforman con proyectos públicos o privados.
Y es que cabe recordar que los vecinos de dicha colonia argumentan dos temas de considerable reflexión: la gasolinera está en una zona que se destinó para áreas verdes y espacios públicos; y hay riesgos y peligros de la cercanía de este espacio con escuelas y hospitales.
Lo grave del asunto es que, pese a que por más de 10 años estos no habrían sido argumentos suficientes; fue suficiente que los empresarios cayeran en un “error” para impedir que el proyecto pueda abrir sus puertas.
Todo, a raíz de los hechos de violencia que se suscitaron el pasado 29 de diciembre del año recién terminado, donde aparentemente personajes del Estado de México fueron contratados por los dueños de la gasolinera para “proteger” y garantizar que pudiera entrar en operaciones.
Sin embargo, para las autoridades municipales, las muestras de agresiones y amenazas a los vecinos, y hasta a los medios de comunicación, fueron elementos sólidos para prohibir en un futuro los permisos y autorizaciones correspondientes.
Incluso, se echó mano de la Coordinación Municipal de Protección Civil, para “clausurar” el establecimiento por no contar con personal capacitado en brigadas de emergencias presentes; y por presuntamente no contar con señalamientos en zonas de obra.
Lo interesante, será conocer qué mecanismos implementará el municipio de Querétaro para realmente impedir las autorizaciones a los empresarios, pues ya las cumplieron una vez (según el gobierno municipal); y únicamente se vencían estos permisos el 31 de diciembre de 2021.
Los empresarios podrían “volver a solicitar y tramitar los permisos”; y proceder a solventar las observaciones de protección civil. Estos procesos podrían facultar nuevamente a la gasolinera para que entre en funciones este nuevo año 2023.
Lo cierto es que, si se reactiva el proyecto, no solamente tendrán el repudio de los vecinos de la zona; sino el de la sociedad, por tener que recurrir a prácticas “violentas” de contratación de grupos de choque, bajo el lema de “abro porque abro”.