El actor argentino confesó que, pese a que en algunas ocasiones es asediado por sus seguidores, cuenta con una pareja que lo comprende perfectamente e incluso se siente afortunada de tener un novio que sea atractivo para otras personas.
Durante su más reciente encuentro con la prensa, el artista de 47 años fue cuestionado por las fans que son atrevidas y si esto ha llegado a molestar a su novia Angelique Boyer, hecho que Rulli inmediatamente desestimó.
“Angie es lo máximo, es la más agradecida con el público, entiende perfectamente el trabajo y se siente muy contenta de que exista ese cariño hacía mí”, explicó Sebastián a los reporteros que lo captaron en el Aeropuerto de la Ciudad de México.
Mientras los periodistas le cuestionaban sobre las acciones más alocadas de sus incondicionales, el ex de Cecilia Galliano contó: “Piropos, manos atrevidas, no han querido (meterme la mano), lo han logrado, alguno que otro (beso), así como esos de piquito obligado, pero son rápidos. Sí (me han pellizcado el durazno), se ha sentido bonito”.
Por otra parte, Sebastián confesó que el festejo del Día de la Madre ya inició en su familia.
“Mi madre vive en España, y allá lo festejaron ayer, entonces por eso ayer subí un posteo, todos los días es el día de la madre, y todas las madres se merecen el cariño y el afecto y el honrarlas de parte de los hijos, y de todas las personas que las aman, pero en especial se hace un recordatorio de lo importante que son, para mí, mi madre es mi ejemplo a seguir, la mujer que siempre me ha dado todo, el ejemplo de la familia, la que la mantiene unida”, explicó el actor.
Finalmente, al recordar el mayor regaño que recibió por parte de la mujer que le dio la vida, el galán de telenovelas se sinceró y recordó un episodio que le marcó la vida.
“Yo era muy molesto, tremendo con mis hermanas, y mi madre trataba de hacer lo posible para que no lo hiciera, pero el regaño más fuerte que tuve en realidad no fue de parte de ella, fue de la vida, porque un día mi madre colapsó, se puso a llorar porque yo no le hacía caso, y esa fue la enseñanza que dije ‘no, ya basta, hasta aquí llegué’, y esa crisis para mí fue el estate quieto más importante”, relató.