Palafrugell (Girona), 22 jul (EFE).- ‘An Evening with Norah Jones’, el espectáculo de gira de Norah Jones, se ha convertido este 21 de julio en ‘Una velada con Norah Jones’ en Cap Roig, ya que la propuesta, con el estilo que plantea la estadounidense, cobraba más sentido que nunca en un escenario a orilla de la Costa Brava.
Lo que Jones busca es la intimidad con su público y lo que le ha ofrecido este festival, organizado por Clipper’s Live con el impulso de CaixaBank, es la posibilidad de hacerlo en un auditorio que apenas alcanza los 2.500 espectadores en un ambiente vacacional y multicultural.
Turistas extranjeros, nacionales y también público de proximidad han coincidido durante cerca de dos horas en unos jardines históricos para disfrutar de esa atmósfera tan especial y que tanto tiene que ver con algo que la misma artista, en forma de declaración de intenciones, no ha dudado en titular ‘An Evening with Norah Jones’.
La forma de arrancar ha sido con «Just a little bit», una pieza de 2019, a la que le ha seguido «I’m alive», la canción en cuya composición colaboró Jeff Tweedy, el líder de Wilco, y que forma parte del álbum «Pick me up off the floor».
Norah Jones ha permanecido medio concierto al piano, acompañada de la clásica formación de guitarra, bajo y batería con alguna variante circunstancial.
Así se han sucedido «What am I to you», «It was you» o «Sunrise» hasta que, para interpretar «Thinking about you», ha optado por un teclado y por cantar de pie mientras lo tocaba.
Para «Waiting» ha optado por la guitarra, igual que para «Little broken hearts» y «Don’t know what it means» y no ha regresado al piano hasta «Travelin on».
«Happy pills» ha puesto el cierre provisional, aunque Norah Jones ha vuelto a salir al escenario para contentar al público con una última mezcla de melodías.
A sus 44 años, Jones ya ha demostrado de lo que es capaz con más de 50 millones de grabaciones vendidas en todo el mundo y con nueve premios Grammy conseguidos, con lo que veladas como la de Cap Roig parece que se las toma como algo exclusivo que se puede permitir a estas alturas de carrera, una especie de regalo para sus más fieles.
La hija de Ravi Shankar sabe acariciar con su música y a ello se ha dedicado durante un concierto en que su voz ha fluido de tonos altos a susurros para crear esa atmósfera que anuncia su propuesta.
Su música cuesta de encasillar, porque está el jazz, pero también el country y el pop, todo pasado por la seda de su particular estilo, que crea un género único.
Ella también ha cultivado ese eclecticismo y se ha acercado a bandas como Belle and Sebastian o al mencionado Jeff Tweedy en el último álbum.
En todo caso, Norah Jones sabía de su anterior paso por Cap Roig que la intimidad de este auditorio le jugaba a favor y ha explotado la oportunidad de poner el escenario a remar a favor del repertorio escogido para estas veladas con su música.
La estadounidense se quedará unos días en España, ya que tiene compromisos este mismo sábado en el Jazzaldia de San Sebastián y, el día 27, en el Starlite de Marbella.
En cuanto a Cap Roig, Jones ha sido protagonista del inicio de su segundo fin de semana, que completa la banda catalana Els Amics de les Arts para dar paso a partir del viernes 28 de julio al cartel de conciertos prácticamente a diario que comenzará con Damien Rice y acabará con David Bisbal el 19 de agosto.