Alejandro Marcovich, exguitarrista del grupo Caifanes, fue cuestionado por la prensa sobre la denuncia legal que interpuso su exesposa Gabriela Martínez por presuntas agresiones físicas y emocionales contra ella y sus hijos Diego y Bellá.
Durante su llegada al aeropuerto de la Ciudad de México, el músico fue tajante con los medios de comunicación y defendió su derecho a no emitir declaraciones sobre el hecho que fue revelado por la periodista Lydia Cacho.
“No voy a hablar con ninguno de ustedes… en la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos hay un artículo en cual dice, y en el Código Penal de la Ciudad de México dice que el acusado se reserva el derecho de no hablar, no voy a hablar”, dijo Marcovich ante las primeras preguntas.
Al escuchar si tiene alguna intención de acercarse con sus descendientes para llegar a una reconciliación, el rockero inmediatamente dijo: “pregúntale, déjenme pasar, pregúntale”.
Sin embargo, cuando un reportero le preguntó si no se sintió mal por haber corrido a su hijo Diego del departamento donde vivían juntos, Alejandro replicó: “¿qué sabes tú de mi familia?, déjame pasar. ¿Me sabes algo?, ve a la fiscalía, ve al juzgado y pregunta. Yo no voy a hablar porque es mi derecho constitucional. Es mi derecho constitucional del acusado no abrir la boca”.
Al escuchar que su hija Bellá lo señaló por haberla lastimado y fracturarle la clavícula, el músico contestó: “Ve y pregunta, a mí no me preguntas, pregunta en el juzgado, pregunta en el MP. No entiendes que no te voy a contestar. Lee la constitución, lee el código penal. No te voy a contestar”, refirió.
Finalmente, Alejandro Marcovich tampoco quiso hablar de cómo se encuentra su salud tras ser operado para librar un cáncer de próstata. “¿De dónde sacan ustedes esto?, es una invasión a la privacidad, no tienen ningún derecho a hacer esto, ¿me dejan pasar?, nadie los invitó, no es una conferencia de prensa. ¡Ay, no sean payasos!”, dijo antes de retirarse del lugar.