El presidente francés, François Hollande pidió a la Unión Europea responder con «firmeza» al presidente estadounidene Donald Trump, que celebró el Brexit como «algo maravilloso».
El presidente francés, François Hollande, pidió este sábado a la Unión Europea responder con «firmeza» al mandatario estadounidense Donald Trump, que celebró el Brexit como «algo maravilloso», mientras el primer ministro portugués pugnó por una Europa «más fuerte y unida».
«Cuando hay declaraciones del presidente de Estados Unidos sobre Europa y cuando habla del modelo del Brexit para otros países, creo que tenemos que responder», declaró Hollande al margen de una cumbre de los países del sur de la Unión Europea.
Unas horas después, en una conversación telefónica, advirtió a Donald Trump de «las consecuencias económicas y políticas de un enfoque proteccionista» y le pidió «respetar» el principio de «acogida de refugiados».
«En estos tiempos de incertidumbre, es esencial tener una Europa más fuerte y más unida» para «reafirmar los valores de democracia, de libertad y de libre comercio» había insistido antes el anfitrión del encuentro, el primer ministro portugués Antonio Costa.
La declaración final del encuentro entre Portugal, España, Francia, Italia, Grecia Chipre y Malta, llama a una Unión Europea «fuerte y unida» y a lograr un relanzamiento económico del continente.
Prueba decisiva
El viernes, Trump puso en escena su entusiasmo por el Brexit, al que consideró como «algo maravilloso» al recibir a la primera ministra británica Theresa May ante quien destacó «la relación especial» entre Washington y Londres.
El nuevo presidente estadounidense defiende una política proteccionista que aleja a Estados Unidos de su tradicional aliado europeo por el que hasta ahora mostró poco interés.
«Europa está ante una prueba decisiva», insistió Hollande.
Oficialmente el cambio radical al frente de Estados Unidos y las próximas elecciones en Holanda, Francia y Alemania no figuran en la agenda de la reunión en Lisboa, pero sus consecuencias imprevisibles están en la mente de todos.
La UE está «sola» desde la investidura de Donald Trump, reconoció el viernes el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Como en su anterior cumbre de septiembre en Atenas, los siete países del sur de la UE debatían este sábado sobre la forma de liberar las trabas presupuestarias europeas, frente a la ortodoxia alemana, y favorecer un «reparto más justo» del «peso» de los refugiados.
El objetivo del encuentro era ponerse de acuerdo antes de la cumbre europea prevista el 3 de febrero en Malta destinada a reflexionar el futuro de la UE sin el Reino Unido, y el 25 de marzo en la capital italiana para celebrar los 60 años del Tratado de Roma, que dio origen a la UE.
Entre los temas debatidos figuró también la seguridad y la defensa, la crisis de los refugiados y la inmigración ilegal.
La UE teme encontrarse en la primavera frente a un flujo «sin precedentes» de migrantes llegando a las costas italianas, advirtió a mediados de enero el primer ministro maltés, Joseph Muscar, cuyo país asumió la presidencia semestral del bloque.
La anterior cumbre de Atenas fue criticada por la derecha alemana. Los países del sur aseguran que quieren lanzar pistas que aprovechen al conjunto de la UE.
«En el nuevo contexto creado por el Brexit se trata de reafirmar la vitalidad y la unidad de Europa», explicó a la AFP una fuente gubernamental portuguesa.