San Juan del Río, 22 julio 2024.- Puntuales a su cita con la Virgen de Guadalupe, miles de peregrinos llegaron a la Parroquia de San Juan Bautista en San Juan del Río, un paso en su recorrido de más de una semana desde Neblinas, en la Sierra Gorda de Querétaro. X
Su destino final es la Basílica del Tepeyac, donde el próximo domingo se postrarán ante la Virgen Morena.
Un Camino de Fe y Devoción
La marcha ha sido constante y firme, movidos por una fe inquebrantable que les permite avanzar sin descanso, llenos de júbilo por la cita que les espera en el altar de la Virgen.
A pesar de las inclemencias del tiempo, la lluvia, el calor, y los caminos difíciles, los peregrinos encuentran fuerza en su devoción, deteniéndose solo para almorzar, descansar y orar.
En cada pueblo que visitan, como San Juan del Río, los habitantes les ofrecen refugio, donde pernoctan y se preparan para retomar su trayecto al amanecer.
Bendición y Continuación
En su travesía hacia el Estado de México, los peregrinos recibieron la bendición del Arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez. Con esta bendición, descansaron y avanzaron hacia Polotitlán, en el Estado de México, con el corazón lleno de esperanza y devoción.
El jueves, en un emotivo encuentro en ‘El Bosque’, se entregarán medallas y se oficiará una misa por parte de las autoridades eclesiásticas.
Este evento servirá como preparación espiritual antes de que los peregrinos lleguen en una sola columna, hombres y mujeres, a la Basílica del Tepeyac el domingo.
Un Acto de Fe y Amor
El andar por brechas y carreteras es para los peregrinos un acto de fe y amor hacia la Virgen de Guadalupe. Es una ofrenda en agradecimiento por los favores recibidos: sustento, salud, unión familiar, y oraciones por la paz de México y del mundo.
Cada persona, joven y adulta, lleva consigo una historia de amor por la Virgen, un milagro que agradecer, un favor que pedir, una plegaria que elevar. Todo esto se amalgama en un acto de amor, paz y devoción.
La peregrinación no solo es un viaje físico, sino una travesía espiritual que fortalece la fe y la comunidad. Los peregrinos de Querétaro al Tepeyac representan la dedicación y el fervor de miles de personas que encuentran en la Virgen Morena una fuente de esperanza y guía.
Al llegar al Tepeyac, el próximo domingo, los peregrinos, hombres y mujeres, cumplirán su promesa y se postrarán ante la Virgen de Guadalupe, culminando un recorrido lleno de desafíos y bendiciones.
La peregrinación es un testimonio vivo de la fe, la esperanza y el amor que la Virgen de Guadalupe inspira en los corazones de los mexicanos.