Tokio, 4 Oct (redacción).- El líder espiritual tibetano en el exilio, el Dalai Lama, rechazó hoy cualquier intervención de China en la designación de su sucesor una vez que él muera, pues cualquiera que fuera nombrado fuera del proceso reconocido corre el riesgo de no ser respetado.
La institución del Dalai Lama debe de continuar y su reencarnación debe de ser decidida por él mismo, dijo a la agencia de noticias japonesa Kyodo, en el segundo de tres días de la Segunda Reunión General de Tibetanos en la norteña ciudad india de Dharamsala.
Lobsang Sangay se considera la reencarnación número 14 del líder del budismo tibetano el Dalai Lama, y cuando llegue a los 90 años de edad, a la fecha tiene 84 de los cuales 60 ha vivido en el exilio, decidirá con otros lamas si esta tradición debe de continuar.
China por su parte afirma que toca al gobierno determinar quienes son las reencarnaciones de los lamas, debido a que correspnde a un legado de los emperadores de esa nación asiática, recordó Kyodo.
Sangay nació el seis de julio de 1935 y cuando tenía dos años de edad, se le reconoció como la reencarnación del Dalai Lama representado en ese tiempo por Thubten Gyatso, la treceava de esta figuras.
El primer Dalai Lama fue Gedun Drupa, nacido en 1391 en una familia nómada que viví en el Tíbet central.