Buenos Aires, 13 Nov (redacción).- La vicepresidenta electa de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó hoy a Jeanine Áñez por haber asumido la presidencia de Bolivia tras la renuncia de Evo Morales, al señalar que “ahora” a los mandatarios ya no los eligen los pueblos.
“Se ha instalado una nueva moda en Latinoamérica: parece que a los Presidentes ya no los eligen los pueblos… Ahora, se autoproclaman con gran patrocinio mediático e inmediato reconocimiento de ya sabemos quién. Lo curioso, además, es que dicen hacerlo en nombre de la democracia”, criticó Fernández de Kirchner en su perfil en la red social Twitter.
La vicepresidenta electa se refirió -sin nombrarla directamente- a Áñez, quien la víspera se declaró presidenta de Bolivia durante una sesión en el Senado, caracterizada por falta de quórum, en la que prometió tomar las medidas necesarias para pacificar el país.
La presidenta argentina entre 2007 y 2015, que tomará posesión de la vicepresidencia el 10 de diciembre, denunció con anterioridad que lo que pasó en Bolivia fue un “golpe de Estado”.
El gobierno del presidente saliente de Argentina, Mauricio Macri, no se ha pronunciado sobre la proclamación de Áñez como presidenta interina de Bolivia, a diferencia de Estados Unidos y Brasil, cuyos presidentes la han reconocido e inclusive están dispuestos a trabajar de conjunto por la pacificación del país andino.
Reino Unido también felicitó a Áñez mediante un comunicado de su cancillería este miércoles. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, no consideró un golpe de Estado la presión que obligó a Evo Morales a renunciar como presidente de Bolivia, incluso calificó el domingo pasado como “un gran día” por su salida del poder.
Áñez, quien era vicepresidenta segunda del Senado, asumió el liderazgo de la cámara alta ante la ausencia del presidente y de la primera vicepresidenta de ese órgano legislativo.
Ya como presidenta en funciones del Senado asumió la presidencia de Bolivia, con base en el artículo 170 de la Constitución Política del Estado, para cubrir el vacío de poder derivado de la dimisión de Morales, y ahora tiene la tarea de convocar lo más pronto posible a nuevos comicios y de pacificar al país.