Doha, 3 dic (EFE).- Más allá de la indignación arbitral, de la decepción tremenda, de la frustración y de la mínima diferencia de un gol, la eliminación del Mundial 2022 representa el ineludible fin de una época en la selección uruguaya, porque, en tres años y medio, cuando enfrente la nueva edición de la Copa del Mundo que compartirán Estados Unidos, Canadá y México en 2026, ya no habrá nadie del cuarto puesto en Sudáfrica 2010, entre la posibilidad, a la vez, de que también sea el cierre del ciclo de Diego Alonso.
Qatar 2022 fue el último Mundial de Luis Suárez, Diego Godín, Edinson Cavani, Fernando Muslera y Martín Cáceres, cinco de los seis jugadores con más partidos de la historia de la selección celeste, los últimos supervivientes de la cita africana de hace doce años cuando el conjunto uruguayo se sintió capaz de todo, alcanzó las semifinales, fue eliminada por 2-3 por Países Bajos, y terminó cuarta por el 2-3 con el que cayó frente a Alemania en el duelo de consolación. No alcanzaba tales cotas desde México 1970.
Pero aquel momento, reafirmado con la Copa América ganada en 2011 en Argentina (también con esos cinco futbolistas, además de Sebastián Coates, de la nómina presente en el Mundial 2022), ha sido un ejemplo, una guía, un aliciente y la convicción de Uruguay en cada una de las Copas del Mundo posteriores, en Brasil 2014 (cuando llegó hasta octavos) y en Rusia 2018, cuando fue eliminada en cuartos. También en Qatar 2022, fuera a la primera.
«Todo este tiempo tratamos de aprender de ellos. Ellos nos fueron guiando. Vamos a ver qué depara el destino, pero es un placer compartir vestuario y cancha con ellos, porque como jugadores de fútbol todos saben cómo son, pero como personas son aún mejores», expresó Agustín Canobbio, 24 años, uno de los jugadores llamados a tomar el relevo generacional en el equipo.
Godín suma 161 partidos como internacional, con seis goles, desde su debut el 26 de octubre de 2005 mientras asume su final en la selección, quizá hasta del fútbol profesional, como el futbolista con más encuentros disputados con la Celeste. «Yo hasta el día que deje de jugar al fútbol, nunca voy a retirarme de la selección… si sigo jugando al fútbol, que es una decisión que tengo que meditar. Siempre voy a estar disponible para mi país. No me puedo retirar de la selección. La selección está ahí y si te precisan tienes que estar», dijo.
Nadie ha marcado más goles que Luis Suárez en la selección uruguaya, con 68, sin un solo tanto en Qatar 2022, con el llanto desconsolado con el que terminó su aventura en los Mundiales como una imagen icónica, definitiva, del adiós de una generación para la historia. Es, también, el segundo jugador con más partidos de todos los tiempos con el equipo, con 137. «Ahora toca animar a los compañeros para todo lo que sigue», expresó entre lágrimas el delantero de 35 años. Ha marcado una época. Un goleador infinito.
Al Mundial 2026 tampoco llegará Edinson Cavani, el tercer jugador con más encuentros disputados con Uruguay (136) y su segundo mejor goleador (58). Ni Fernando Muslera, sin minutos en su cuarto Mundial, como suplente de Sergio Rochet, en una evidencia, también, ya sobre el terreno, del cambio generacional que se avecinaba inminente. El portero ha jugado 133 duelos a lo largo de 17 años como internacional. Martín Cáceres disputó 116. Entre todos ellos, sólo se sitúa Maxi Pereira, con 125 encuentros.
VALVERDE, ARAUJO, DARWIN NÚÑEZ… ¿Y DIEGO ALONSO?
Es el momento del paso adelante de otro grupo de futbolistas, muchos de ellos con 25 años o menos, todos ya una realidad, como Federico Valverde (24), Darwin Núñez (23), Ronald Araujo (23), Manuel Ugarte (21), Nicolás de la Cruz (25), Facundo Pellistri (20), Facu Torres (22), Agustín Canobbio (24)… Y de Rodrigo Bentancur (25), el más joven de los más expertos, como José María Giménez (27), Sebastián Coates (32), Lucas Torreira (26), el portero Sergio Rochet (29) o Giorgian de Arrascaeta (28), el ’10’ que goleó este viernes a Ghana. Un triunfo insuficiente por los deméritos del equipo ante Corea y Portugal.
A ellos corresponde ahora la responsabilidad en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026, en un nuevo ciclo que se abre para la selección uruguaya, con la duda de quién lo dirigirá, si Diego Alonso -ahora parece poco probable- o un nuevo técnico.
«Es muy pronto, en caliente, para poder hablar. Simplemente, dejaremos pasar las horas, los días y charlaremos tranquilamente», aplazó el técnico la conversación que tiene pendiente con la Asociación Uruguaya de Fútbol, con la que termina contrato tras la eliminación mundialista.
Aun así, debe abordar en esa charla si se va o se queda, si prefiere retomar el cargo en algún club o seguir al frente de la selección. «No es momento de contestar ni hacer una valoración como esa en estos momentos. Sí puedo decir que desde el primer día creí en los futbolistas y ellos respondieron clasificándonos para el Mundial, después de una situación adversa. Respondieron enormemente no sólo con resultados, sino con el juego, y estoy agradecido a lo que hicieron. Después, todo el camino hasta el Mundial fue espectacular».
«Lamento haber quedado fuera del Mundial, profundamente. Confío mucho en los jugadores, en los que podían dar, podían hacer y producir en el Mundial. En el segundo tiempo de Portugal y en el primer tiempo de Ghana se vio el carácter. Lamento que nos hayan eliminado porque entiendo que estábamos para mucho más», asumió el técnico.
Diego Godín, la voz el capitán, deseó su continuidad: «Ojalá, pueda seguir en la selección. Ojalá tome la decisión de seguir, porque es un grandísimo entrenador. Desde todos los puntos de vista nos dio muchísimo. Es un entrenador joven, que tiene mucho para seguir dando. Para el grupo sería lindo, para Uruguay, darle una nueva oportunidad y poder liderar toda una eliminatoria, todo un camino, a un grupo de jugadores impresionantes que tiene». Ya no estará Godín. Ni Luis Suárez. Ni quizá Cavani. Ni una generación para la historia.