(CNN) – El papa Francisco dejó el Vaticano para un viaje de cuatro días a Bélgica y Luxemburgo, una visita en la que es probable que domine el tema del escándalo de los abusos sexuales clericales junto con los desafíos a los que se enfrenta la iglesia en una Europa secularizada.
El pontífice, de 87 años, vuelve a la carretera menos de dos semanas después de completar el viaje más largo de su papado: una gira de 12 días por el sudeste asiático y el Pacífico, una parte del mundo donde la Iglesia católica está creciendo y donde el papa fue recibido por multitudes entusiastas.
Es probable que su visita a Europa central tenga un tono diferente. Bélgica es un país históricamente católico, pero en los últimos años se vio sacudido por revelaciones de abusos y disminuyó la asistencia a la iglesia. Según las últimas cifras de la Iglesia, la mitad de la población se considera católica y solo el 8,9% acude a misa al menos una vez al mes.
Durante el viaje, el papa mantendrá una reunión privada con 15 sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero y se espera que también aborde el tema en sus discursos. El escándalo de los abusos en Bélgica estalló en 2010 con el caso del exobispo Roger Vangheluwe -que admitió haber abusado de dos de sus sobrinos- y las revelaciones fueron objeto de dos investigaciones estatales y de una comisión eclesiástica.
La visita de Francisco a Bélgica es también una oportunidad para que aliente la misión de la Iglesia católica en un país secularizado.
Los obispos belgas intentaron seguir el enfoque inclusivo del papa, ofreciendo bendiciones a parejas del mismo sexo antes de que el papa emitiera su dictamen sobre el tema en diciembre de 2023.
Es probable que Francisco muestre su apoyo al enfoque belga de encontrar nuevas formas para que la Iglesia opere dentro de una cultura secular en lugar de adoptar una postura combativa contra las tendencias imperantes.
El papa llegó a Luxemburgo este jueves por la mañana y, tras un día de reuniones con el gran duque, las autoridades políticas del país y la comunidad católica, volará a Bruselas.
Durante su estancia en Bélgica se reunirá con el rey Felipe, se dirigirá a los líderes políticos y visitará dos universidades católicas: el papa fue invitado a Bélgica para conmemorar el 600 aniversario de la fundación de la Universidad Católica de Lovaina, que ahora son dos universidades.
El domingo 29 de septiembre mantendrá un encuentro privado con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, antes de celebrar una misa al aire libre en el estadio Rey Badouin. La Iglesia católica belga afirma que se han reservado 32.000 entradas, que se podían conseguir gratuitamente por internet, para la misa.
A bordo del vuelo procedente de Roma, el papa, de 87 años, parecía algo cansado y decidió no recorrer el pasillo del avión para saludar individualmente a los periodistas, como es su costumbre.
Su último viaje al extranjero se produce después de que Francisco cancelara reuniones este lunes debido a lo que el Vaticano describió como síntomas de “gripe leve”.
El vuelo a Luxemburgo dura menos de dos horas y, debido a problemas de movilidad, Francisco utiliza habitualmente una silla de ruedas. Al dirigirse a los medios de comunicación a bordo del vuelo, el papa les dio las gracias por su “servicio” y por acompañarlo en el viaje.
Pero dijo: “No tengo ganas de hacer este trayecto [por el pasillo]. Los saludaré desde aquí”.
Un portavoz del Vaticano dijo después que no era la primera vez que el papa decidía no saludar a los periodistas en un vuelo corto, y que la decisión tenía sentido práctico.
(CNN) – El papa Francisco dejó el Vaticano para un viaje de cuatro días a Bélgica y Luxemburgo, una visita en la que es probable que domine el tema del escándalo de los abusos sexuales clericales junto con los desafíos a los que se enfrenta la iglesia en una Europa secularizada.
El pontífice, de 87 años, vuelve a la carretera menos de dos semanas después de completar el viaje más largo de su papado: una gira de 12 días por el sudeste asiático y el Pacífico, una parte del mundo donde la Iglesia católica está creciendo y donde el papa fue recibido por multitudes entusiastas.
Es probable que su visita a Europa central tenga un tono diferente. Bélgica es un país históricamente católico, pero en los últimos años se vio sacudido por revelaciones de abusos y disminuyó la asistencia a la iglesia. Según las últimas cifras de la Iglesia, la mitad de la población se considera católica y solo el 8,9% acude a misa al menos una vez al mes.
Durante el viaje, el papa mantendrá una reunión privada con 15 sobrevivientes de abusos sexuales por parte del clero y se espera que también aborde el tema en sus discursos. El escándalo de los abusos en Bélgica estalló en 2010 con el caso del exobispo Roger Vangheluwe -que admitió haber abusado de dos de sus sobrinos- y las revelaciones fueron objeto de dos investigaciones estatales y de una comisión eclesiástica.
La visita de Francisco a Bélgica es también una oportunidad para que aliente la misión de la Iglesia católica en un país secularizado.
Los obispos belgas intentaron seguir el enfoque inclusivo del papa, ofreciendo bendiciones a parejas del mismo sexo antes de que el papa emitiera su dictamen sobre el tema en diciembre de 2023.
Es probable que Francisco muestre su apoyo al enfoque belga de encontrar nuevas formas para que la Iglesia opere dentro de una cultura secular en lugar de adoptar una postura combativa contra las tendencias imperantes.
El papa llegó a Luxemburgo este jueves por la mañana y, tras un día de reuniones con el gran duque, las autoridades políticas del país y la comunidad católica, volará a Bruselas.
Durante su estancia en Bélgica se reunirá con el rey Felipe, se dirigirá a los líderes políticos y visitará dos universidades católicas: el papa fue invitado a Bélgica para conmemorar el 600 aniversario de la fundación de la Universidad Católica de Lovaina, que ahora son dos universidades.
El domingo 29 de septiembre mantendrá un encuentro privado con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, antes de celebrar una misa al aire libre en el estadio Rey Badouin. La Iglesia católica belga afirma que se han reservado 32.000 entradas, que se podían conseguir gratuitamente por internet, para la misa.
A bordo del vuelo procedente de Roma, el papa, de 87 años, parecía algo cansado y decidió no recorrer el pasillo del avión para saludar individualmente a los periodistas, como es su costumbre.
Su último viaje al extranjero se produce después de que Francisco cancelara reuniones este lunes debido a lo que el Vaticano describió como síntomas de “gripe leve”.
El vuelo a Luxemburgo dura menos de dos horas y, debido a problemas de movilidad, Francisco utiliza habitualmente una silla de ruedas. Al dirigirse a los medios de comunicación a bordo del vuelo, el papa les dio las gracias por su “servicio” y por acompañarlo en el viaje.
Pero dijo: “No tengo ganas de hacer este trayecto [por el pasillo]. Los saludaré desde aquí”.
Un portavoz del Vaticano dijo después que no era la primera vez que el papa decidía no saludar a los periodistas en un vuelo corto, y que la decisión tenía sentido práctico.