En días pasados el coordinador de los diputados panistas en el Congreso de Nuevo León, Arturo Salinas, propuso a nuestras autoridades del Estado abandonar el Pacto de Coordinación Fiscal con la Federación en materia de Impuestos y de Derechos Federales,
argumentando que de esta manera el Estado dispondría de recursos
muy superiores a los que actualmente percibe, ya que la Federación solo nos regresa una mínima parte de los Impuestos que pagamos los neoloneses.
Bueno, pues para empezar, nadie sabe a ciencia cierta cuantos impuestos pagamos los habitantes de Nuevo León a la Federación, ya que si bien existen algunas estadísticas de recaudación por entidad federativa, la realidad es que NO revelan el verdadero origen del tributo, me explico.
La cerveza Tecate que se produce en Toluca y que se vende en
Yucatán, los impuestos a la producción y al consumo, como son el IEPS y el IVA, que se generan en estas ventas, así como el ISR derivado de la utilidad de esta actividad productiva, son pagados en Nuevo León, ya que la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma tiene su domicilio fiscal en este Estado.
Más aún, en el caso de un industrial residente en Aguascalientes, que
por ejemplo, importe una maquinaria para su actividad productiva, y
este se interne al País por la frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas,
como la Ley del IVA dispone que el impuesto causado con motivo de la
importación, deberá ser pagado en la frontera donde se interne el bien importado, entonces lo que tenemos es que este IVA lo va a registrar Tamaulipas.
Por esta razón, el Estado de Tamaulipas tiene el segundo lugar nacional en la recaudación de IVA, ya que muchas de nuestras importaciones se internan por fronteras tamaulipecas.
De tal suerte, la verdad es que nadie sabe a ciencia cierta, cuántos impuestos se generan en cada Estado, sin embargo, si consideramos el Producto Interno Bruto (PIB) que se genera en cada entidad federativa, en lo personal considero que este indicador pudiera ser un buen “proxi” que cuantifique, de manera razonable, la aportación de cada Estado a la recaudación de impuestos en el País.
Si se estima que la Aportación del Estado de Nuevo León al PIB nacional es del 7.6 por ciento, entonces podríamos estimar que Nuevo León aporta a la Federación unos 210 mil millones de pesos de impuestos.
A cambio de estas aportaciones, Nuevo León recibe unos 53 mil millones de pesos por concepto de Participaciones y de Aportaciones, más unos 7 mil doscientos millones por Convenios, más mil 200 millones en incentivos, lo que totalizan unos 61 mil cuatrocientos
millones de pesos de recursos federales, es decir, menos del 30 por ciento de lo aportado a la Federación.
Sin embargo, el principal problema que plantea esta propuesta, es que
como el ISR, el IVA y el IEPS, son impuestos Federales, aún y cuando Nuevo León se descoordine en materia de impuestos, eso no elimina la causación de esos tributos a nivel federal, es decir, los neoloneses seguiríamos pagando esos impuestos, pero ya sin recibir nuestra participación correspondiente.
Peor aún, Nuevo León tendría que imponer los tributos estatales respectivos para percibir algo de recaudación, lo que representaría que los ciudadanos de Nuevo León tendríamos una doble tributación, claro,
previa reforma a la Constitución que nos impide actualmente imponer
gravámenes como el IVA.
Como vemos es totalmente inviable esta propuesta.
* El autor es especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Actualmente ocupa el cargo de Socio Economía en Pérez Góngora y Asociados.
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.