Playa del Carmen (México), 18 jul (EFE).- Greenpeace México realizó este lunes una protesta pacífica para denunciar el reinicio ilegal de las obras del Tren Maya, a pesar de los amparos que están vigentes para frenar el tramo 5 que abarca la Riviera Maya, en el sureste del país.
Viridiana Lázaro Lembrino, especialista en agricultura y cambio climático en Greenpeace México, dijo a Efe que desde hace varios días recibieron numerosas denuncias ciudadanas por el reinicio de las obras en el tramo 5, que abarca de Cancún a Tulum, en el estado de Quintana Roo, donde están en proceso diversos recursos legales.
“Decidimos realizar esta manifestación pacífica, esta acción directa no violenta, para denunciar esta deforestación a pesar de tener estas suspensiones judiciales, lo cual lo hace ilegal. Están violando nuevamente la ley, están violando nuevamente los acuerdos internacionales y no lo podemos permitir”, declaró.
Según explicó, las obras reiniciaron el pasado 13 de julio y el desmonte de la zona, por donde pasará el trazo, se realiza por partes, lo que podría estar relacionado con la expropiación y compra de predios.
También detalló que las obras continúan aunque “otros compañeros activistas tienen suspensiones judiciales” y aún faltan las audiencias constitucionales para que se resuelvan los juicios y ver si el Gobierno puede seguir con la construcción.
“Es por eso que estamos denunciando que, a pesar de las suspensiones que dictaron los jueces, están continuando con las obras del Tren Maya”, puntualizó.
El Tren Maya, uno de los proyectos prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, con una inversión de alrededor de 200.000 millones de pesos (unos 10.000 millones de dólares), plantea construir más de 1.500 kilómetros de vía férrea en 5 estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En los últimos meses, activistas han exigido al Gobierno suspender el tramo 5 por haber generado la tala de miles de árboles y contaminación a ríos subterráneos.
“Estamos sobre el sistema de cuevas inundadas y semiinundadas más grande e importante del mundo y eso lo tenemos que proteger”, señaló Lázaro Lembrino.
Los activistas de Greenpeace se adentraron en la selva hasta los terrenos donde se realiza el desmonte para la construcción del Tren Maya, en esta ocasión a la altura del hotel Catalonia, donde hace unos años se abrió un socavón a la orilla de la carretera y cuyas obras de reparación aún están en proceso.
Ahí instalaron un enorme salvavidas de casi 400 kilogramos de peso, al que le colocaron las letras S.O.S y la leyenda “Protejamos la selva maya”.
Mientras realizaban las maniobras para colocar e inflar el salvavidas, un grupo de trabajadores llegó hasta las máquinas y a pesar de que las llenaron de combustible no las activaron, ya que recibieron instrucciones de no realizar trabajos durante la jornada.
“Hoy los trabajadores decidieron no prender las máquinas, pero en días anteriores constatamos que sí estaban trabajando y estaban realizando labores”, denunció la activista.
Se trata de la segunda protesta pacífica que realiza la organización ambientalista internacional, ya que el pasado 28 de marzo también pidieron parar el desmonte de la selva porque las obras no contaban con los estudios ambientales y la Manifestación de Impacto Ambiental.