Hoy iniciaremos esta columna de opinión mencionando el programa que que anunció el alcalde Roberto Cabrera denominado ‘martes ciudadano’, algo que desde luego no es estrategia de una área de comunicación ni de funcionario alguno, ya que este mecanismo de atención ya viene de otros gobiernos panistas, llámese ‘martes o miércoles’ cuando les llegó a dar resultado.
Pero ya que tomar en cuenta que hoy en día hasta en política hay que actualizarse, hay nuevas tecnologías y todo se tiene que renovar, no se puede seguir gobernando como hace 20 o 30 años.
Lo importante aquí es que el presidente municipal atienda a la ciudadanía para que se de cuenta de las deficiencias que hay en cada área y que si bien cada una tiene su responsabilidad, la mayoría recaen en los recursos que maneja la Secretaría de Finanzas y la Secretaría de Administración, dos áreas que de acuerdo a los propios titulares del gabinete de Cabrera, no los dejan trabajar de manera eficiente.
Por ejemplo el secretario de servicios públicos municipales, se ha quejado de que no maneja los recursos y que por ello los servicios no son los más eficientes que quisiera la ciudadanía.
El nuevo secretario de administración, siempre manipulado por el de finanzas de la JAPAM Gabriel Figueroa, mueven y manipulan al alcalde a su antojo, sobre todo en el manejo y aplicación de los recursos para atender las necesidades sociales.
Pero todavía más, el ‘súper experto’ de comunicación social Pedro Gómez y la Secretaria particular del alcalde, Yaneli Faustino (ambos comparsas) son las dos ‘personalidades’ que tienen el poder suficiente para manipular varios de los programas o decisiones que Cabrera ya haya tomado.
De esta manera, habría que preguntarnos, si es el alcalde Roberto Cabrera Valencia, el que fue elegido por el pueblo, el que decide en el gobierno, o sus empleados ya referidos los que pueden dirigir los hilos de la administración.
Porque hay que tomar en cuenta que el presidente municipal buscó la alcaldía por varios periodos para que ahora los resultados sean los más pobres de la historia y no porque él lo quiera, dicen y coincido, ‘él es buena gente’, lo que pasa que no se puede sacudir a las lacras que le impusieron.
Se ha preguntado usted, amable lector, por qué el gobernador Kuri ya no ha regresado a San Juan del Río, después de que hasta dos veces a la semana, estaba en esta demarcación.
Dice el dicho que ‘el amor se acaba’ pues si una parte pone todo y la otra nada, está claro que esa situación tarde o temprano truena.
Algo que se debe tomar en cuenta en la administración actual, es lo abultado de la nómina, debido a los lastres que Roberto Cabrera no se ha podido quitar y los sueldazos de otros. En fin el tiempo se agota y ya no hay tiempo atrás.