Naciones Unidas, 24 jun (EFE).- La ONU ha propuesto que los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo viajen el próximo mes de septiembre a Nueva York para participar en persona en los debates de alto nivel de la Asamblea General.
El planteamiento, que aún debe confirmarse, figura en una carta remitida a los Estados miembros por el actual presidente de la Asamblea, el turco Volkan Bozkir, hecha pública este jueves.
Bozkir, tras consultar con los países y con la Secretaría General, propone que se comience a preparar la presencia en persona de líderes y ministros en las reuniones que la Asamblea General celebrará entre el 21 y el 27 de septiembre.
Al mismo tiempo, plantea que se mantenga abierta la opción de que los jefes de Estado y de Gobierno intervengan con discursos pregrabados para aquellos que no puedan viajar a Estados Unidos por la covid-19 o en caso de que la situación de la pandemia empeore en Nueva York.
Ese formato fue el utilizado el año pasado, cuando ningún líder se desplazó a la ciudad y la Asamblea General se convirtió en una consecución de discursos grabados con antelación que se fueron emitiendo uno tras otro.
Tradicionalmente, la cita reúne en Nueva York durante varios días a la mayor parte de los dirigentes mundiales y a miles de diplomáticos, que aprovechan las sesiones de la ONU para mantener infinidad de encuentros paralelos.
Para limitar riesgos por la covid-19, la ONU propone que las delegaciones se limiten al líder de cada país y una comitiva de cinco personas mientras se encuentran dentro de la sede de la organización y de tres personas dentro del hemiciclo de la Asamblea.
Además, plantea que no se celebren eventos paralelos dentro del edificio y que se amplíe el espacio para reuniones bilaterales entre líderes y ministros, con el fin de evitar que se tengan que llevar a cabo en hoteles de la ciudad o en las embajadas de cada país.
Desde el estallido de la pandemia, la ONU limitó de forma muy importante las actividades en su sede central, con casi todas las reuniones trasladadas a formatos virtuales y con una mayoría de funcionarios trabajando de manera remota.
En los últimos meses, con la mejora sanitaria que se ha vivido en Nueva York y el levantamiento de muchas de las restricciones impuestas por las autoridades locales, la organización ha empezado poco a poco a recuperar la normalidad, aunque no se prevé que ello ocurra plenamente hasta septiembre.