Madrid, 16 Oct (redacción).- Ante la ola de disturbios en Cataluña, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, sostuvo una reunión temprano con su gabinete con el objetivo de evaluar en especial el caso de Barcelona, donde la violencia en la zona centro ocasionó 125 heridos, entre guardias y civiles.
Sin pronunciarse sobre los acontecimientos violentos en las manifestaciones, Torra se incorporó al mediodía a la protesta convocada por la Asamblea Nacional de Cataluña y solo indicó: “Hoy es importante dar el foco a la manifestación porque es lo más importante: ver que estamos aquí rechazando las sentencias”.
En su caminata por la autovía A-2, añadió: “Es fantástico ver al pueblo movilizado y en marcha. Que nadie tenga duda de que este Gobierno estará al lado de la gente. Deseamos todo el éxito a esta manifestación pacífica”, de acuerdo a un despacho informativo del diario El País.
Torra también vio con beneplácito las denominadas “marchas por la libertad”, que parten de cinco puntos de Cataluña con destino a Barcelona, ciudad a la que arribarán el viernes 18 y que se llevan a cabo de manera “cívica” y “pacífica”, “como siempre hemos sido los catalanes”.
Sin embargo, en la protesta del martes en Barcelona, que se prolongó hasta las primeras horas del miércoles, se reportaron enfrentamientos, vigilancia con helicópteros y unas 20 hogueras, que provocaron olor a quemado, por lo que la policía aprehendió a 51 personas por los disturbios en el territorio catalán.
En tanto, elementos del Sistema de Emergencias Médicas prestaron atención médica a 125 personas y según su reporte: 65 eran guardias de seguridad y 60 civiles, ninguno presentó lesiones graves, según el sitio digital elpais.com.
La noche del martes en Tarragona, Girona y Lleida también se reportaron puntos de tensión. Según reportes de la Policía local, en Girona unos nueve mil inconformes se concentraron frente a la subdelegación de gobierno y se reportaron enfrentamientos entre policías y manifestantes.
En Tarragona, se estima que 500 manifestantes participaron en actos violentos, mientras que en Lleida se calcula que unos seis mil quejosos se apostaron frente a la subdelegación del gobierno.
Esta mañana, el presidente de la Generalitat sostuvo un encuentro con el vicepresidente Pere Aragonés, la consejera de Presidencia y portavoz, Meritxell Budó, y el consejero del Interior, Miquel Buch para tratar el tema de la violencia en las manifestaciones contra la sentencia del Tribunal Supremo en el juicio del procés.