Los electores en Suiza rechazaron en un referendum una propuesta para establecer un ingreso básico incondicional para toda la población.
La medida buscaba fijar un pago mensual de 2.500 francos suizos (unos US$2.500) al mes para cada adulto y 625 francos por cada niño, incluyendo a todos los extranjeros que tuvieran al menos cinco años de residencia en el país.
De acuerdo con los resultados finales de la consulta, la propuesta fue rechazada por 76,9% de los electorales.
Los promotores de la iniciativa argumentaban que esta medida permitiría combatir la pobreza y la desigualdad en el país.
Los opositores a la medida consideraba que esta podía desestimular a los ciudadanos de trabajar.
De cualquier modo, en caso de haber sido aprobado, ese ingreso difícilmente habría cubierto el costo de la vida en Suiza, uno de los países más caros del mundo, donde el ingreso medio de la población se ubica por encima de los US$6.000 al mes.