Nueva Delhi, 10 dic (EFE).- El ciclón Mandous se debilitó este sábado hasta convertirse en una depresión después de que tocara tierra anoche en el sureste de la India, sin dejar a su paso graves daños, más allá de los generados por la caída de decenas de árboles.
El ciclón Mandous tocó tierra cerca de la pasada medianoche en el estado de Tamil Nadu, perdiendo intensidad luego de manera gradual para convertirse «en una depresión baja en la costa norte» de la región, y más tarde hacia el mediodía (6.30 GMT) en una depresión, informó en un boletín el Departamento Meteorológico de India (IMD).
Mandous, que afectó también las regiones de Puducherry y la costa sur de Andhra Pradesh, contó con una velocidad de viento que descendió de entre los 65 y 75 kilómetros por hora al tocar tierra anoche, hasta los 30-40 km/h hacia este mediodía, cuando prosiguió con fuertes lluvias en algunas zonas aisladas, anotó el IMD.
La Policía de Chennai, capital de Tamil Nadu, afirmó este sábado en un comunicado de la caída de 95 árboles en carreteras de esta ciudad frente a la bahía de Bengala, al tiempo que detalló que 53 de ellos ya habían sido retirados por las autoridades locales.
La Corporación de Chennai había emitido el viernes por su parte una alerta de precaución en la que instruyó al cierre de las escuelas, parques, playas, y tiendas ubicadas en las zonas bajas o cerca del mar en la ciudad costera, y hoy compartió en sus redes sociales numerosas imágenes con las labores de retirada de árboles.
La bahía de Bengala suele sufrir el paso de ciclones entre abril y mayo, y octubre y noviembre. En mayo de 2020, el superciclón Amphan ocasionó más de un centenar de fallecidos entre la India y Bangladesh, en una de las peores catástrofes naturales de este tipo en años.
Sin embargo, apoyados al minuto por los satélites meteorológicos indios, los dos país lograron evacuar entonces a tiempo a cerca de tres millones de personas, evitando así catástrofes como la de 1999, cuando un ciclón similar golpeó la región oriental india de Odisha y dejó más de 9.000 muertos.