Moscú, 4 ago (EFE).- La Fiscalía rusa pidió este jueves nueve años y medio de cárcel para la baloncestista estadounidense Brittney Griner, detenida en febrero pasado por posesión y contrabando de drogas.
“La acusación considera que la culpa de Brittney Griner ha sido probada completamente”, señaló el fiscal Nikolái Vlasenko durante la vista celebrada en el tribunal urbano de Jimki, en la región de Moscú.
La legislación rusa castiga con un máximo de diez años de cárcel el delito supuestamente cometido por Griner, que milita en el equipo ruso UMMC de Yekaterimburgo.
El fiscal también pidió que la campeona olímpica y mundial pague una multa de un millón de rublos (más de 16.000 dólares).
Mientras, la defensa pidió su absolución o, en su defecto, la menor pena de cárcel posible.
En principio, Griner tendrá este jueves la oportunidad de dirigirse al tribunal, tras lo que el juez se retirará para deliberar y emitirá el fallo.
El Gobierno estadounidense considera que la detención de la baloncestista al cruzar la frontera con aceite de cannabis fue “errónea” y demanda su inmediata liberación, al igual que muchas estrellas de la NBA y WNBA.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, propuso la pasada semana a su colega ruso, Serguéi Lavrov, el canje de Griner y Paul Whelan, condenado a 16 años por espionaje, por el “mercader de la muerte”, Victor But, que cumple 25 años de cárcel en una prisión estadounidense.
Recientemente, la Casa Blanca rechazó la “contrapuesta” de Rusia, que quería incluir a un segundo preso ruso en el intercambio, el checheno Vadím Krásikov, según informó la CNN.
La deportista, de 31 años. fue detenida el 17 de febrero en el aeropuerto de Sheremétevo en Moscú tras hallar los funcionarios de aduanas en sus maletas aceite de cannabis.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó que el proceso penal contra la baloncestista tenga trasfondo político.
Recientemente, Rusia y EEUU intercambiaron al estudiante estadounidense Trevor Reed, condenado a nueve años de cárcel por resistencia a la autoridad, por el piloto ruso Konstantín Yaroshenko, sentenciado en EEUU a 20 años por contrabando de drogas.