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Unas 42 millones de personas mal alimentados en América Latina

Unas 42 millones de personas mal alimentados en América Latina

La subalimentación en ALC afecta a 42.5 millones de habitantes, un dato contrastante con el el 59.5 por ciento de personas que sufren obesidad. FOTO: alianzasalud.org.mx.

Santiago 12 Nov (redacción).- La subalimentación en América Latina y el Caribe (ALC) afecta a 42.5 millones de habitantes, un dato contrastante con el el 59.5 por ciento de personas que sufren obesidad, según el más reciente informe sobre nutrición de la Organización de las Naciones Unidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y al Agricultura (FAO) publicó el informe “Panorama de la Seguridad Alimentaria y nutricional 2019” en el que se expresa la preocupación e invita a los gobiernos a frenar el hambre y la obesidad en sus países.

El documento indica que la subalimentación de la región latinoamericana aumentó 11 por ciento, se registraron 4.5 millones de personas más que en el último reporte fechado en 2014, se trata de la cifra más alta durante la década.

Además reporta que la mortalidad neonatal ha reducido a comparación del 2015 en todos los países de la región, excepto en la isla de Granada y Venezuela.

Al mismo tiempo en América Latina y el Caribe la obesidad se ha triplicado a comparación de los estudios realizados en 1975. Actualmente el 59.5 por ciento de la población vive con obesidad, esta cifra contrasta con la tasa mundial promedio que es de 39.1 por ciento.

A causa del sobrepeso y la obesidad 600 mil personas fallecen cada año con enfermedades como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso en los niños y niñas menores de 5 años aumentó de 6.2 por ciento a 7.5 por ciento en iberoamérica, puntualiza el informe.

El estudio analiza el cambio en el consumo de alimentos y arrojó que la compra de productos ultraprocesados llegó al 25 por ciento y casi el 40 por ciento de la población que prefiere consumir comida rápida.

Las organizaciones sugieren que las naciones reaccionen a este informe y propongan cambios que modifiquen los patrones de consumo local, con mejoras en el etiquetado, protección social, políticas de educación en la alimentación escolar, regulación de la publicidad, así como solicitudes para reformular la composición de los alimentos.